Reformas urgentes
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Señor Director:
Al finalizar 2024, la economía chilena presentará un crecimiento entre 2,2% y 2,4%, inferior al promedio regional de 2,5% de acuerdo con las proyecciones del FMI. La inflación finalizará en torno a 4,7%, sobrepasando la meta de 3%, impulsada por un alza de 60% en tarifas eléctricas y mayores costos de transporte, y con proyecciones cercanas entre el 4,2% y 4,5% para 2025. El desempleo se ubicará en tasas de 8,5%, muy por encima del promedio de 4,9% de los países de la OCDE, reflejando mayores rigideces, baja formalización y escasa absorción de mano de obra.
Esta combinación de bajo crecimiento, inflación elevada y desempleo significativo complica la política monetaria, ya que la reducción de tasas para incentivar la demanda podría tensionar aún más los precios. La carencia de políticas estructurales que impulsen la inversión, productividad y diversificación frena la salida de este círculo vicioso, mientras la inflación impacta con mayor fuerza a los sectores más vulnerables.
El país requerirá reformas enfocadas en el fortalecimiento del capital humano, la modernización de la infraestructura y el desarrollo de sectores productivos más dinámicos, apoyadas por políticas fiscales ágiles y eficientes. Sin estas medidas, persiste el riesgo de prolongar un sendero de bajo dinamismo, mayor desigualdad y oportunidades limitadas.
Leonardo Rivas
Académico Facultad Administración y Negocios Universidad Autónoma
